Desaparecerán 6.7% de empleos en el mundo por el Covid-19 por lo que la OIT enfatiza en la necesidad de establecer políticas para apoyar a empresas, estimular la economía y proteger a trabajadores en los distintos países.

mayo 29, 2020

El 7 de abril de 2020, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundió la segunda edición de su estudio “Observatorio de la OIT. El Covid-19 y el mundo del trabajo: Estimaciones actualizadas y análisis”, en el cual establece que la crisis derivada de esa pandemia está causando una reducción sin precedentes de la actividad económica.

Por lo anterior, esa organización estima que hay un riesgo elevado de que la cifra de desempleados para finales de este año será más alta que la prevista en la primera edición de su estudio (25 millones de personas).

En ese estudio, la OIT describe a la pandemia provocada por el Coronavirus disease (Covid-19) como, la peor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial.

Por lo anterior, algunas de las estimaciones de la OIT con respecto a las afectaciones de la pandemia en el mercado laboral son las siguientes:

Las medidas de paralización, total o parcial, afectan a casi 2 mil 700 millones de trabajadores, es decir, cerca del 81% de la fuerza de trabajo mundial.

En el segundo trimestre de 2020 habrá una reducción de las horas de trabajo aproximadamente del 6.7%, equivalente a 195 millones de trabajadores a tiempo completo. Al respecto, la OIT aclara que aplica la variación en horas de trabajo, debido a que ésta refleja tanto los despidos como otras reducciones temporales del tiempo de trabajo.

A nivel global, ese estudio identifica a 1 mil 250 millones de personas que trabajan en los sectores considerados de “alto riesgo”, de sufrir drásticos y devastadores aumentos en despidos y disminución de salarios y horas de trabajo. Cabe destacar que muchas de esas personas están empleadas en trabajos mal remunerados, de baja calificación, donde una pérdida imprevista de ingreso tiene consecuencias devastadoras.

Se estiman despidos a gran escala.

A nivel regional, la proporción de trabajadores en esos sectores “en riesgo” varía del 43% en América −donde se encuentra México− al 26% en África.

Se estiman enormes pérdidas en los distintos grupos de ingresos, en particular en los países de ingresos medios altos –7%, equivalente a 100 millones de trabajadores a tiempo completo– lo cual supera los efectos de la crisis financiera mundial de 2008-2009.

 Debido a las condiciones tan difíciles que se esperan, el estudio señala que es necesario instaurar políticas integradas y a gran escala, centradas en cuatro pilares fundamentales, a saber:

Estimular la economía y el empleo.A través de una política fiscal activa; una orientación flexible de la política monetaria, así como brindar préstamos y ayuda financiera a sectores específicos, incluido el sector salud.

Apoyar a las empresas, el empleo y los ingresos.Ampliar la protección social a toda la población; aplicar medidas de mantenimiento del empleo, y ofrecer a las empresas ayuda financiera/fiscal y otros medios de alivio.

Proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo.Esto, mediante el reforzamiento de las medidas de seguridad y salud en el trabajo; adaptar otras modalidades de trabajo, tales como el teletrabajo o home office; prevenir la discriminación y la exclusión, o bien ampliar las licencias o permisos remunerados.

Buscar soluciones mediante el diálogo social.Para ello, gobiernos, trabajadores y empleadores deberán reunirse para proponer y adoptar medidas que solucionen la problemática específica.

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